lunes, 2 de febrero de 2009

El nudo gordiano financiero

Lo peor de todo lo que está pasando es que los mandatarios políticos y los economistas que les asesoran parecen no tener muy claro por dónde salir. O sí lo tienen pero los intereses creados se lo impiden. No creo en la teoría conspiracionista porque mi impresión es que estamos ante un nudo gordiano financiero de difícil resolución.

El banco malo

El modelo que se vuelve a plantear en USA tras la deriva en las medidas tomadas hasta ahora, el "bad bank" o "banco malo", implica que una entidad gubernamental compra los activos que están dañando los balances de las entidades de forma que estas quedan libres de esa enfermedad y aunque débiles pueden continuar su actividad. Pero esta solución plantea de inicio dos problemas importantes:

1. El precio al que se compren los activos. Se va a utilizar dinero público y la pérdida será mayor cuanto más se pague por estos activos; pero por otro lado tampoco se puede escatimar en lo que se pague porque entonces no se consigue ayudar al banco. Pretender que va ha haber un resultado positivo de todo esto es pura demagogia y al utilizarse dinero de los contribuyentes (y de sus hijos y nietos todavía por nacer) el descontento popular puede ser serio.

2. ¿Qué ganan los que lo han hecho bien (o mejor que los otros)?. Hay muchas entidades financieras bien gestionadas que no tienen los problemas de los grandes y que no van a tener ninguna recompensar por haber sido prudentes y haber hecho bien los deberes. Esta intervención pública rompe el esquema básico de cualquier mercado eficiente donde hay recompensa por hacer bien las cosas y varapalo por hacerlas mal. Y una cosa es imponer un mayor control y regulación y otra desincentivar que las cosas se hagan bien.

Ya se ha bromeado sobre esta opción utilizando una frase del señor de los anillos: "One bank to buy them all, One bank to find them, One bank to price them all, and in the darkness bind them."

El ejemplo Sueco

Suecia vivió a principios de los 90 una crisis similar y tomó la medida de semi-nacionalizar los bancos que necesitaran ayuda estatal para sobrevivir. La garantía del estado evitó el pánico de los ahorradores y cuando se terminó el proceso de depuración el estado pudo vender al mercado las acciones del banco, reduciendo al mínimo posible el coste para el contribuyente. Evidentemente, hubieron perdedores; los accionistas de las entidades financieras. Las medidas fueron contundentes y la recuperación fue rápida. Por contra Japón afrontó el problema de forma diferente y todavía están en ello.

Este modelo no plantea los problemas del "bad bank": al nacionalizar la entidad no hay que establecer un precio por los activos adquiridos y se recompensa a las entidades que lo han hecho bien porque se desmantela la ompetencia.

Evidentemente hay diferencias de tamaño entre la economía sueca y la economía norteamericana pero, ¿se podría seguir el modelo sueco?.

Hay más implicaciones de las aparentes

Si nos quedamos aquí parece que el modelo sueco es lo que hay que hacer pero nos olvidamos de que hay que hacer un análisis de impacto muy profundo y evitar confiar en que el mercado sabrá ajustarse (véase el impacto de dejar quebrar Lehman Brothers).

Empezar un proceso de nacionalización de entidades podría crear un círculo pernicioso que nadie desearía. La mínima sospecha en algún banco lo acabaría empujando a la nacionalización y los pocos bancos solventes acabarían siendo arrastrados junto al resto. Se generaría una intranquilidad que motivaría una liquidación de activos muy rápida para tener el dinero en mano y se liquidarían también fondos monetarios, actualmente con un capital de 4 billones de dólares, que hundirían los mercados de crédito, con gran impacto para las aseguradoras y otros inversores de renta fija. Y sería otro activo a garantizar por el estado para evitar las redenciones (de hecho ya está apoyado).

Y eso sería sólo el principio, porque me siento incapaz de ni siquiera pensar el impacto del mercado de derivados que es varias veces el producto interior bruto mundial.

De producirse una situación como esta se hablaría de un Chernobyl financiero. Por tanto no es de extrañar que se intente resolver la situación intentando evitar una huida hacia la liquidez que desmonte de forma acelerada la madeja financiera en que estamos.

Nos hace falta un "Alejandro Magno" económico que deshaga la madeja... una inflación global.

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