lunes, 24 de septiembre de 2007

Antes estanflación que recesión

Los mercados bursátiles han reaccionado con alivio ante la bajada de tipos de la Reserva Federal pero los efectos colaterales no se han hecho esperar: el cruce euro-dólar, el petróleo y el oro han llegado a valores máximos históricos o cerca de ellos y la renta fija a largo plazo ha caído de precio ante la expectativa de inflación futura. Esta reacción es lógica pero lo preocupante es que, en mi opinión, se está intentando postergar el proceso natural del mercado en su ciclo de expansión - contracción. Y cuando se modifica la naturaleza los efectos son más perniciosos.

Mejor estanflación que recesión

La Reserva Federal tiene un doble mandato: control de inflación y crecimiento económico. Bajando los tipos de interés ha optado por un crecimiento económico bajo o nulo con inflación elevada (estanflación) frente a una posible recesión con inflación moderada que, debido al alto nivel de endeudamiento norteamericano, pueda derivar en una deflación a la japonesa.

En un año pre-electoral al gobierno norteamericano de turno no le interesa entrar en recesión y presionará lo necesario para conseguir más rebajas de los tipos de interés si la economía continúa dando señales de debilitamiento.

La cuestión de fondo es cómo se afrontará el problema de inflación en el futuro. La historia nos dice que pocos dirigentes planifican más allá de su mandato por lo que las medidas tendrán que ser drásticas y su efecto en la economía dramáticas (aunque aún pueden faltar años para llegar a ese momento).

Perversión del modelo de libre mercado

Otro de los temas más debatidos a raíz de las decisiones de los bancos centrales es si se está pervirtiendo el modelo de libre mercado, en el que la asunción de riesgos conlleva recompensa en caso de acierto y varapalo en caso de fracaso. Si los errores en inversiones y especulaciones inmobiliarias se subsanan con medidas gubernamentales y de tipo monetario entonces empresas que han fracasado no quebrarán, pervirtiendo la esencia del modelo.

Y si nos preguntamos quién paga el rescate, la contestación es simple: las personas con poca cultura financiera que no dispongan de asesoramiento para poder protegerse de sus políticos.

Trichet y King... resistir !!!

El Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra están manteniendo su independencia y no están cediendo a presiones políticas, muy abiertas en el caso de Francia, para seguir las rebajas de tipos de la Reserva Federal.

Los alemanes conocieron en propia carne lo que es una hiperinflación por una mala gestión de la moneda, por eso el Bundesbank era independiente y por eso también la economía alemana sufría sólo ligeras recesiones periódicos que saneaban su economía y la fortalecían.

La independencia del Banco de Inglaterra es reciente, hace sólo 10 años que la consiguió, mientras que el banco central es independiente desde su constitución en 1999. Esperemos que mantengan su independencia a pesar de las turbulencias y posibles errores tanto en esta crisis en particular como en futuras que vendrán.

Cierre

El remedio aplicado por la Reserva Federal tiene un precio que tarde o temprano habrá que pagar. Este movimiento es el correcto desde el punto de vista político, el malo desde el punto de vista monetario. Visto esto hay que defender a toda costa la independencia de los bancos centrales europeo e inglés.

Aunque las recesiones no sean políticamente correctas son el proceso natural por el que las economías se renuevan y fortalecen. Si Europa no es capaz de afrontar un proceso de renovación económica entraremos en una languidez conformista y proteccionista y futuras generaciones no estarán preparadas frente a los bloques norteamericano y asiático, más dinámicos.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Economía real y economía financiera no son lo mismo

En estos días es cuando vale la pena remarcar la diferencia entre el mundo financiero y el mundo económico porque si bien hay una cierta relación entre ambos no son lo mismo ni su relación es lineal. Por ejemplo, en los medios de comunicación se vincula habitualmente inflación con expansión económica y deflación con recesión, pero no son las únicas combinaciones posibles.

Combinaciones múltiples

Cuando la actividad económica se expande se asocia inequivocamente a inflación. No obstante durante los últimos años hemos vivido una deflación en determinados productos ( p.e. téxtil y tecnológicos) y una inflación en otros (p.e. energía, alimentación y vivienda). Puesto que la estadística de precios al consumo (IPC) es una cesta de compra no siempre la medida representa lo que las personas perciben al tener un patrón de compra diferente (jubilados, jóvenes, familias con niños, parejas sin hijos, etc.)

Por otro lado también se asocia la contracción de actividad económica con la reducción de precios, tomando como ejemplo la recesión deflacionista en la que todavía está inmerso Japón desde 1987. Esta asociación no siempre se cumple y hay dos ejemplos muy claros al respecto, la depresión inflacionista de la Alemania de los años 20 y la estanflación (estancamiento económico e inflación) de los años 70.

La manera fácil de incrementar la actividad económica es facilitar el crédito, tal y como se hizo tras el estallido de la burbuja tecnológica, pero a costa de generar inflación que tendrá que resolverse en un futuro impreciso ya que el efecto no es inmediato. Tengo curiosidad en ver cómo se resuelve la situacion de Japón y las consecuencias de una política monetaria de dinero ultrabarato durante tanto tiempo.

Bancos centrales, no más leña al fuego

Tras estas aclaraciones espero que quede claro porqué los bancos centrales no están siendo agresivos en la reducción de los tipos de interés y porqué las declaraciones de sus responsables sigue siendo de mucha vigilancia a la inflación.

Una reducción de tipos sería muy bienvenida por los mercados financieros pero generaría una sensación de falsa seguridad que podría impulsar aún mayores imprudencias (la denominada 'Moral Hazard'). Además la masa monetaria de las principales divisas ya está creciendo a un ritmo excesivo (Euro 11% interanual, Dólar aprox. 12% ia) y bajar tipos supondría un crecimiento aún mayor, acercándonos más rápidamente a una crisis de inflación y de pérdida de confianza en las divisas.

Como apunte baste señalar que Greenspan está siendo cada vez más criticado por su política de bajar tipos en momentos de necesidad, el conocido "Greenspan put", argumentando que fue precisamente este comportamiento el que ha alimentado la crisis inmobiliaria y crediticia que estamos viviendo en estos momentos.

Conclusión

La historia ha demostrado que no se puede dejar a los políticos ningún tipo de poder sobre las decisiones de política monetaria. En cada ocasión el resultado final ha sido la desaparición de la moneda debido a su pérdida de credibilidad tras un episodió de inflación galopante. Esperemos que el Banco Central Europeo pueda mantener su independencia y que la Reserva Federal, en manos de Bernanke, sepa capear el temporal sin ceder demasiado a la demagogia de los políticos electos.

En cuanto al futuro cercano únicamente indicar que es posible que la inflación monetaria de los últimos años esté empezando a mostrarse por lo que recomiendo estar muy atento a la evolución de precios de energía, materias primas y metales preciosos. Mucho están cercanos o han superado recientemente sus máximos históricos.

Y en cuanto a los mercados bursátiles cabe recordar que el comportamiento de cada sector y empresa es diferente y que no siempre siguen la evolución de los índices.