jueves, 12 de noviembre de 2009

artículo de lectura recomendada

Sugiero la lectura de este artículo de El País que se publicó este fin de semana en el suplemento Negocios: "¿Es posible una devaluación interna? Bajar precios y salarios tendría en España un efecto similar a depreciar la moneda".


El artículo está en esta dirección : http://bit.ly/AkZEH

domingo, 8 de noviembre de 2009

Ahora más que nunca, metodología

El otro día le daba vueltas a un concepto interesante: ¿el futuro es incierto o desconocido? Parece más una pregunta filosófica que relacionada con las finanzas personales y la inversión pero en realidad creo que tienen mucho que ver.
Sobre el futuro tenemos muchas certezas incluso en el terreno económico: los tipos de interés subirán y más tarde bajarán para luego volver a subir y así indefinidamente, lo mismo con los impuestos, con la inflación, con la actividad económica, con el desempleo, PIB del país, los mercados financieros, etc. Todo es cuestión del “cuándo”. Por tanto concluyo que no es “incierto” sino “desconocido”: desconocemos cuándo van a pasar las cosas que sabemos que ocurrirán.
Todo esto lo saco a relucir porque quiero incidir en la importancia de tener una metodología de inversión. Sin metodología dependemos de nuestro estado de ánimo: si nuestro equipo de futbol gana la vida es bella y el optimismo puede llevar a tomar decisiones de compra, si se me estropea la nevera el enfado me puede llevar a ver las cosas de forma negativa y vender.
Una metodología puede ser muy complicada o muy simple y ambas ser correctas aunque es recomendable una simple porque se minimizan los errores de interpretación y porque requiere menos esfuerzo y dedicación. De hecho he observado que habitualmente los errores de inversión se producen por falta de metodología o por falta de persistencia en el seguimiento de la misma.

¿Qué pasará en 2010?

Pues la verdad es que no lo sé, ni lo que pasará en 2010 ni 2011 ni más adelante y nadie lo sabe; tenemos certezas de lo que pasará pero desconocemos el timing.

Por tanto la mejor manera que tenemos de minimizar los riesgos de cara al futuro es ceñirse estrictamente a una metodología, y ahora quizás más que nunca cuando no está claro si se ha iniciado un mercado alcista o si estamos en un rebote importante del mercado bajista.

Una metodología básicamente debe obligar a cortar las pérdidas cuando se producen y dejar correr las ganancias. En caso contrario es una metodología de "selección inversa de valores": se venden los activos que han obtenido una rentabilidad considerada adecuada por el inversor y se mantienen los activos en pérdidas a la espera de que recuperen la posición inicial. Al final el inversor se queda con una cartera de activos perdedores con pocas probabilidades de recuperar su situación inicial en el corto o medio plazo y sin nuevo dinero para invertir.

Si la metodología seguida es muy "cercana" al mercado es posible que un mercado dubitativo como el actual obligue a entrar y salir múltiples veces pero siempre será mejor que tomar las decisiones "porque sí". Si no está pegada al mercado entonces los movimientos serán menos frecuentes pero no por ello deben dejar de hacerse; es el peor riesgo de estas metodologías porque el inversor puede descuidarse y empezar a tomar decisiones tardías no metodológicas.