domingo, 28 de septiembre de 2008

poco que añadir salvo mi opinión personal

No puedo añadir nada a la multitud de artículos escritos sobre la crisis que nos aqueja y tampoco sobre la solución que se está analizando en Estados Unidos. Lo que sí puedo hacer es teorizar con una bola de cristal sobre lo que puede pasar independientemente de si se aprueba o no la medida norteamericana.

Antes de empezar me gustaría dar mi opinión sobre algunas de las ideas que se están utilizando en los artículos de prensa:
a. "privatización de ganancias y socialización de pérdidas" : estoy de acuerdo, es lo que ha pasado, aunque todos hemos participado de la fiesta via consumo desaforado,
b. "el sistema capitalista no funciona" : no estoy de acuerdo, no hay que confundir estafa con mercado capitalista,
c. "fin de una era e inicio de una nueva etapa más "aburrida" financieramente hablando por la regulación" : estoy de acuerdo, hasta que el lobbie adecuado consiga la desregulación, retorne la innovación financiera y volvamos a empezar.
d. "cambio de la filosofía de crecimiento hacia una forma más ordenada y social" : sería bonito pero creo que es algo utópico, el sistema que venga seguirá siendo igual de cafre que el actual porque el dinero sigue siendo eso, dinero.

Y ahora a utilizar la bola de cristal...

Economía real y economía financiera

Pase lo que pase la economía real, por desgracia, va a sufrir una recesión intensa. Una vez iniciada la rueda de reducción de consumo, despidos, más reducción de consumo, menos consumo, etc. es muy difícil darle la vuelta, y menos si las entidades financieras cierran el grifo del crédito. Los únicos con capacidad de compra son los gobiernos por lo que la duración de la misma dependerá de cómo enfoquen esta situación. Si acometen grandes inversiones que impliquen unos años (mínimo de 4) de tranquilidad laboral a un amplio espectro profesional (no sólo constructores de autopistas) sí es posible que se consiga darle la vuelta a la situación y encarrilar de nuevo la economía a un ciclo expansivo. En cualquier caso es algo que tarda años en cristalizar por lo que varios años de cinturón apretado no nos los quita nadie. Y una vez encarrilada la recuperación tampoco es que se vuelva a una situación expansiva acelerada porque el crédito será caro y todo el mundo irá con mucho tiento y no cometerá locuras. Para que esto ocurra tiene que haber un sistema financiero sólido por lo que también pasarán su via crucis particular del que sólo hemos visto el principio.

En Europa y Estados Unidos este esfuerzo se pagará colectivamente en base a inflación. Se producirá un trasvase de riqueza aún más importante con los países productores de materias primas y energía y un reequilibrio de poder a nivel mundial tal y como comenta el ministro de economía alemán hace unos días respecto a Estados Unidos. En los países emergentes con reservas acumuladas estos años de bonanza es posible una crisis más suave gracias al crecimiento de su mercado interno pero aquellos países que no cuenten con dichas reservas saldrán muy mal parados.

La economía financiera, por su parte, seguirá yendo arriba y abajo aunque mucho más hacia abajo que hacia arriba. El proceso de "desapalancamiento" de tantos años de capas y capas de crédito es doloroso y no siempre en línea recta. Es posible que si se aprueba el famoso TARP haya un rebote de los mercados pero es como intentar desviar el curso de un río, el agua acaba siempre buscando el camino de menor esfuerzo que siempre es hacia abajo. Por tanto, haya o no intervención masiva del gobierno norteamericano, la bolsa seguirá su proceso de ajuste a la nueva situación. Una vez abajo es más probable un escenario lateral durante varios semestres (con ondas largas, por supuesto) que una recuperación explosiva.

Los activos invertibles frente a este escenario son mis antiguos conocidos, materias primas y metales preciosos, aunque con poco peso en las primeras y mucho en los segundos. En bolsa me sorprendería ver algún sector haciéndolo bien aparte de los dos mencionados. Evidentemente pueden haber empresas con un comportamiento contracíclico pero serán las menos. La renta fija recupera el miedo a la quiebra del emisor y no hay en estos momentos unas agencias de calificación de crédito creíbles así que sugiero extremar precauciones, mejor invertir a través de fondos bien gestionados y en los que un equipo de profesionales toma las decisiones que hacerlo uno mismo (aunque cuidado, los fondos de renta fija también pueden perder dinero). Al mercado inmobiliario aún le queda un ajuste importante así que no creo que tenga sentido plantearse en estos momentos una inversión inmobiliaria, no hay que olvidar que no se pueden pagar las facturas con ladrillos ni contar con alquilar el inmueble a un buen precio.

Cierre

Espero que el futuro me contradiga y realmente no sea para tanto, ya sea porque la viendo la situación desde dentro no vemos por dónde salir pero que tampoco sea para tanto, o porque una idea genial consiga deshacer el embrollo y nos muestre la luz al final del túnel.

También espero que no me haya quedado corto y entremos en una deflación a la japonesa de la que tardemos alguna que otra década en salir. En este punto confío en la habilidad de los responsables de los bancos centrales y en la facilidad de crear dinero nuevo y por tanto inflación.

Y para cerrar, hay que reconocer que estamos en un momento histórico por cuanto está pasando y que es normal que los mercados financieros den bandazos hasta que se vislumbre algo en la lejanía. Mucha prudencia y buena suerte.

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