lunes, 11 de febrero de 2008

Un CDS no es un nuevo sistema de dirección asistida

Hace unos días leí un artículo en el que se ironizaba con la utilización de siglas de 3 letras para describir instrumentos financieros siguiendo la terminología de la automoción: CDO, ABS, CDS, etc. Lo realmente divertido es que los compradores de un automóvil dedican muchísimo tiempo a entender el significado de estas siglas y lo que implican para las prestaciones del bólido, pero en el caso de las inversiones financieras no dedican tanto.

A estas alturas el que no sabe lo que es un CDO es que no lee ningún periódico. ¿Pero alguien sabe lo que es un CDS (Credit Default Swap)? Pues vale la pena saberlo porque puede tener un impacto importante en los próximos meses.

Origen de los CDS

Una empresa tiene varias vías para obtener financiación como, por ejemplo, mediante un
crédito o emitiendo deuda directamente. El prestamista, en ambos casos, confía en que la empresa devolverá el dinero y los intereses según el calendario estipulado. ¿Qué pasa si la compañía quiebra? Pues que en el mejor de los casos recupera sólo una parte del dinero y en el peor nada.

Para prevenir este riesgo existen los CDS que son, básicamente, un seguro frente a la posiblidad de quiebra de una compañía. El comprador del seguro hace unos pagos periódicos, y a cambio, el vendedor se compromete a pagar en caso de que la compañía a la que está vinculada el CDS quiebre. Son contratos a medida, por lo que las cantidades que se pagan y se reciben se ajustan a cada caso.

Este instrumento permite a los bancos asegurarse los préstamos que hacen a empresas y por tanto reducir el riesgo al que están expuestos en caso de que la compañía quiebre. Las quiebras de Enron y WorldCom en 2001 y 2002 demostraron la bondad del mecanismo ya que muchos bancos habían asegurado los préstamos realizados a estas compañías y el impacto de las quiebras no fue desastroso para su balance.

Evidentemente, también se pueden comprar y vender CDS con ánimo especulativo y sin tener ninguna cartera de crédito o deuda que cubrir.


Contexto actual


En este momento los CDS están de rabiosa actualidad porque la ralentización económica puede aumentar sustancialmente las quiebras empresariales. Si esto sucediera los vendedores de CDS se verían obligados a hacer unos pagos muy fuertes y podrían incluso tener problemas financieros si recuperan poco valor de las compañías quebradas. Al final de la cadena está el comprador del seguro, que puede encontrarse que no está tan protegido como pensaba.

MBIA y AMBAC son las dos mayores aseguradoras de las denominadas monoline porque únicamente se dedican a este negocio. Ambas están luchando por mantener su nivel de rating AAA, que las califica como de máxima calidad crediticia. En caso de perder esta calificación los CDS que aseguran también pierden calidad, pudiendo provocar una venta forzosa por parte de los fondos de pensiones cuya normativa interna no les permite tener nada en cartera que no tenga la máxima calidad.

Al final quien pierde son los compradores de CDS (principalmente bancos, aseguradoras, planes de pensiones y fondos hedge) y éste es uno de los motivos del comportamiento de los mercados financieros en las últimas semanas.


Conclusión


Se están orquestrando rescates a las aseguradoras monoline pero todavía no se han concretado. Quien está expuesto seguro que se apresurará a ayudar, quien no lo está evitará ayudar a su competencia y arriesgarse además a perder dinero. Según Bloomberg, seis de las ocho entidades financieras que están intentando rescatar AMBAC son europeas, por lo que mucho cuidado antes de invertir en el sector financiero europeo.

Los mercados financieros no respirarán tranquilos hasta que todo este enredo se aclare. No se pueden descartar alegrías puntuales
, pero sigue habiendo mucho riesgo a la baja, por lo que mejor ser precavido que atrevido.

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