sábado, 17 de marzo de 2007

Reflexiones sobre la evolución de los tipos de interés

Uno de los pasatiempos más extendidos en el entorno financiero es adivinar cuál será la evolución de los tipos de interés establecidos por los bancos centrales. Se dedican horas y artículos a analizar las declaraciones de los responsables para teorizar sobre cuál es el sentimiento y por tanto qué movimiento tiene más probabilidad.

Este tema genera tanta expectación porque los mercados financieros se mueven en función de los tipos de interés y también de la interpretación del mismo. Una explicación es que si se incrementan los tipos entonces la renta fija incrementa su rendimiento, pudiendo generar un movimiento de capitales desde los mercados bursátiles hacia la renta fija ya que el grueso de los inversores tiene aversión al riesgo. El movimiento contrario también se produce ya que si el rendimiento de la renta fija es pequeño los inversores pueden buscar en los mercados bursátiles el rendimiento que esperan de su capital. Otra explicación a la evolución de los mercados financieros es que tipos de interés más elevados significan menos consumo y menores beneficios empresariales y que tipos más bajos implican consumo y expansión industrial. La realidad no es tan sencilla pero sirven como unas primeras aproximaciones.

A continuación os expongo mis reflexiones de cuáles podrían ser los motivos que justificarían los movimientos de los tipos de interés a medio y largo plazo. Concluyo que es imposible predecirlos pero el ejercicio de intentar hacerlo es interesante igualmente.

El mandato más importante de un banco central es vigilar por el valor de su divisa, manteniendo la inflación controlada. La Reserva Federal (FED) sigue una política en la que también incluye el seguimiento de la actividad económica. Por otro lado el BCE es más estricto y sigue una política más monetaria (de vigilancia de inflación).

Estas últimas semanas los mercados financieros se han agitado mucho y hay miedo a que la economía entre en recesión al disminuir el consumo por problemas en el sector inmobiliario. Si USA entra en recesión o más probablemente en ralentización económica (crecimientos bajos del PIB) a finales de 2007 o inicios de 2008, ¿qué hará la FED?.

Si la FED baja los tipos de interés entonces puede conseguir que la economía se reactive al rescatar al mercado inmobiliario y manteniendo el consumo pero a costa de que la inflación todavía se dispare más. La explicación es que la deuda nortamericana perdería rendimiento y habría menos inversores internacionales interesados en ella por lo que se cambiarían menos dólares y por tanto el cambio bajaría frente al de otras divisas. Un dólar bajo mejora las exportaciones pero encarece lo importado y como USA es un país muy importador, sobre todo de petróleo, la inflación se dispara. También se corre el riesgo de provocar una espiral bajista de la moneda porque las principales reservas de divisas de los países son en dólares y como a nadie le gusta que sus ahorros pierdan valor los responsables podrían decidir cambiar dólares por otras monedas (euros, libras esterlinas, francos suizos) o activo (oro, por ejemplo).

Por lo tanto ahora la FED tiene un dilema muy importante: intentar salvar la economía pero hundir el dólar o salvar la divisa y dejar que la economía siga su curso y pueda entrar en recesión. La semana que viene se reune el comité que decide los tipos de interés así que no falta mucho para saber qué pasará. Los últimos datos de inflación no han sido positivos por lo que se espera que mantengan el nivel actual, 5,25%, a la espera de que se clarifique la evolución de la economía.

Por otro lado, ¿qué hará el BCE?. El consenso de mercado es que el BCE subirá tipos una o dos veces más este año (25 o 50 puntos básicos o lo que es lo mismo 0,25% o 0,50%). La nota que acompañó la última subida, el jueves 8 de marzo, ha sido analizada e interpretada como que la velocidad de subidas se va a ralentizar. Creo que el razonamiento que hay por detrás es que la mayor preocupación del BCE es la inflación (no olvidemos que derivada del incremento de masa monetaria) pero
si se produce una ralentización del consumo chino de materias primas, por problemas internos o porque la economía norteamericana entra en recesión entonces la demanda sobre las materias primas bajaría y por tanto podría verse "solucionado" el problema de la inflación, por lo menos puntual o momentaneamente.

Ahora estamos en un momento en el que todos los países están haciendo una "devaluación competitiva" de sus monedas ya que por fundamentales el dólar debería estar más bajo pero nadie quiere que su divisa se aprecie mucho frente al dólar para no perder negocio de exportación. Si la FED baja tipos se puede producir un movimiento de refugio en el Euro que haga que éste suba frente al dólar, por lo que si el BCE quiere mantener un tipo de cambio con el dólar cercano al actual se vería forzada a bajar tipos (al menos teóricamente) y se expondría a crear una burbuja crediticia como la norteamericana.

Ahora bien, el BCE ha recibido críticas de que su política no apoya a la economía europea. Estas críticas las han realizado principalmente políticos franceses, que son muy dados al intervencionismo (Nota: falta muy poco para las elecciones francesas. El país está sumido en una depresión colectiva por lo que el resultado es muy importante para una de las economías más importantes de europa). De mantener esta independencia el BCE podría asumir un euro fuerte frente al dólar y no bajar tipos (o incluso podría subirlos si la economía europea se calienta), argumentando que un euro fuerte reduce inflación (las importaciones son más baratas) y esperando que el mercado interno europeo cubra la pérdida por exportaciones (el consumidor europeo está menos endeudado que el norteamericano y poco a poco está cada vez entrando en una espiral consumista).

Otro factor importante es China. En estos momentos es la fábrica del mundo y como tal acapara la demanda de materias primas mundiales. Si la economía de USA se ralentiza, con ella lo haría también la economía China y, en teoría, la demanda de materias primas se vería reducida, reduciendo inflación y posibilitando que los bancos centrales bajasen tipos de interés sin miedo a un repunto serio de inflación. La inflación se reduciría por reducción de demanda de materias primas, no por fortaleza del euro, y por tanto el BCE podría bajar los tipos de referencia para mantener una valoración frente al
dólar que no afectase a la actividad exportadora.

Ahora bien, algunos economistas como Jim Rogers argumentan que la demanda de materias primas ha llegado para quedarse por unos años ya que no se trata únicamente de que China fabrique para el mundo sino que se han incorporado casi 3.000 millones de nuevos consumidores entre chinos, índios y poblaciones de otros países emergentes que ahora que tienen dinero lo
primero que quieren es lo que tienen los occidentales: coches, lavadoras, lavaplatos, etc. Si esta suposición es correcta entonces la demanda de materias primas se vería algo afectada por la ralentización económica de USA pero seguiría muy fuerte y por tanto no habría caídas importantes de precios y el BCE podría mantener tipos o incluso verse obligado a subirlos.

Lo que pueda pasar si aparece algún factor de riesgo geopolítico importante como Irán, Venezuela o cualquier otro país haciendo de las suyas es totalmente impredecible.

Conclusión
Ni idea de lo que puede pasar en el medio o largo plazo, pero en cualquier caso creo que sí he expuesto de forma somera los factores más relevantes y que creo que son los que motivarán la subida/bajada de tipos de referencia del BCE.

Un último apunte. En los 70 se vivió una situación similar a la actual en cuanto a inflación monetaria, debida principalmente a la guerra de vietnam (guerra impopular no financiada con subida de impuestos sino mediante expansión monetaria). Todo el proceso finalizó en los primeros años de los 80 con una inflación desbocada (tuvo un pico de 13,5% en 1981). Paul Volcker fue el presidente de la Reserva Federal desde 1979 hasta 1987 y es famoso por "doblegar" a la inflación de la época con tipos de interés muy elevados (momentáneamente llegaron al 19%) a cambio de una recesión económica importante y que generó las tasas de desempleo más elevadas desde la crisis del 29.

La pregunta del millón es si se repetirá la historia y el presidente de la FED será capaz de domar a la inflación o si el coste político de la crisis económica asociada llevará a algún tipo de creatividad financiera desconocida que permita controlar la inflación sin subir los tipos de referencia o reducir la liquidez.

El siguiente gráfico muestra la evolución de los tipos en Estados Unidos en los últimos 30 años. No es muy actual pero basta con saber que ahora están al 5,25%, que subieron siguiendo la linea recta y que llevan unos meses en el 5,25% a la espera de evolución de la economía norteamericana. Se puede ver que los tipos de interés actuales no son elevados si los comparamos con los valores de los últimos 30 años.





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