lunes, 10 de septiembre de 2007

Economía real y economía financiera no son lo mismo

En estos días es cuando vale la pena remarcar la diferencia entre el mundo financiero y el mundo económico porque si bien hay una cierta relación entre ambos no son lo mismo ni su relación es lineal. Por ejemplo, en los medios de comunicación se vincula habitualmente inflación con expansión económica y deflación con recesión, pero no son las únicas combinaciones posibles.

Combinaciones múltiples

Cuando la actividad económica se expande se asocia inequivocamente a inflación. No obstante durante los últimos años hemos vivido una deflación en determinados productos ( p.e. téxtil y tecnológicos) y una inflación en otros (p.e. energía, alimentación y vivienda). Puesto que la estadística de precios al consumo (IPC) es una cesta de compra no siempre la medida representa lo que las personas perciben al tener un patrón de compra diferente (jubilados, jóvenes, familias con niños, parejas sin hijos, etc.)

Por otro lado también se asocia la contracción de actividad económica con la reducción de precios, tomando como ejemplo la recesión deflacionista en la que todavía está inmerso Japón desde 1987. Esta asociación no siempre se cumple y hay dos ejemplos muy claros al respecto, la depresión inflacionista de la Alemania de los años 20 y la estanflación (estancamiento económico e inflación) de los años 70.

La manera fácil de incrementar la actividad económica es facilitar el crédito, tal y como se hizo tras el estallido de la burbuja tecnológica, pero a costa de generar inflación que tendrá que resolverse en un futuro impreciso ya que el efecto no es inmediato. Tengo curiosidad en ver cómo se resuelve la situacion de Japón y las consecuencias de una política monetaria de dinero ultrabarato durante tanto tiempo.

Bancos centrales, no más leña al fuego

Tras estas aclaraciones espero que quede claro porqué los bancos centrales no están siendo agresivos en la reducción de los tipos de interés y porqué las declaraciones de sus responsables sigue siendo de mucha vigilancia a la inflación.

Una reducción de tipos sería muy bienvenida por los mercados financieros pero generaría una sensación de falsa seguridad que podría impulsar aún mayores imprudencias (la denominada 'Moral Hazard'). Además la masa monetaria de las principales divisas ya está creciendo a un ritmo excesivo (Euro 11% interanual, Dólar aprox. 12% ia) y bajar tipos supondría un crecimiento aún mayor, acercándonos más rápidamente a una crisis de inflación y de pérdida de confianza en las divisas.

Como apunte baste señalar que Greenspan está siendo cada vez más criticado por su política de bajar tipos en momentos de necesidad, el conocido "Greenspan put", argumentando que fue precisamente este comportamiento el que ha alimentado la crisis inmobiliaria y crediticia que estamos viviendo en estos momentos.

Conclusión

La historia ha demostrado que no se puede dejar a los políticos ningún tipo de poder sobre las decisiones de política monetaria. En cada ocasión el resultado final ha sido la desaparición de la moneda debido a su pérdida de credibilidad tras un episodió de inflación galopante. Esperemos que el Banco Central Europeo pueda mantener su independencia y que la Reserva Federal, en manos de Bernanke, sepa capear el temporal sin ceder demasiado a la demagogia de los políticos electos.

En cuanto al futuro cercano únicamente indicar que es posible que la inflación monetaria de los últimos años esté empezando a mostrarse por lo que recomiendo estar muy atento a la evolución de precios de energía, materias primas y metales preciosos. Mucho están cercanos o han superado recientemente sus máximos históricos.

Y en cuanto a los mercados bursátiles cabe recordar que el comportamiento de cada sector y empresa es diferente y que no siempre siguen la evolución de los índices.

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