lunes, 12 de octubre de 2009

La orquesta está afinando...

El sonido de una orquesta afinando los instrumentos antes de tocar una pieza es un sonido singular y difícilmente se confunde con otra cosa. En estos momentos se oye una cacofonía similar con el tema de las divisas, y en particular con el dólar, que lleva a pensar que en un plazo no muy lejano, 3 o 4 años, tendremos un nuevo sistema monetario internacional.

Puede parecer arriesgado decir que cambiará el sistema monetario pero es que ha sido el sistema actual, y las actuaciones políticas, lo que ha permitido el desarrollo de los desequilibrios que han derivado en esta crisis.

Recomiendo leer estos artículos:

1.- Joaquin Estefanía: ¿Vuelve el Bancor?,

2.- Xavier Sala Martín: Los nuevos desequilibrios,

martes, 6 de octubre de 2009

El crédito oculto

De toda experiencia hay que obtener una enseñanza, y más cuando la experiencia ha sido una crisis de crédito y la economía española se ha visto más afectada que la de otros países desarrollados.

Hay múltiples razones para esta diferencia contra-competitiva pero una que no he visto muy presente en los medios de comunicación es que en España existe un altísimo nivel de crédito oculto.

No me refiero a dinero negro, que también existe una gran cantidad, sino al crédito que toda empresa proveedora hace a sus clientes y que lo obliga a ser dinero-dependiente de los ‘camellos financieros’ que son los bancos.

¿Cómo es posible que las empresas españolas sean tan dependientes de las líneas de crédito bancarias? ¿Están todas en fase de expansión ‘agresiva’ y requieren de crédito para hacer frente a los gastos?.

La solución la saben todos, forzar la reducción de los periodos de pago a 30 días máximo y que la administración también cumpla esos términos. ¿Por qué no se habla de esa 'reforma'? Tanto hablar de la reforma laboral pero resulta que nadie habla de una medida que salvaría muchas empresas, puestos de trabajo y quebraderos de cabeza futuros (amén de igualarnos en algo a nuestros compañeros europeos).

Evidentemente hay ganadores con esta situación, empezando por la propia administración pública y siguiendo por las entidades financieras que consiguen buenos negocios y clientes ‘fidelizados’ y terminando por las empresas con poder abusivo frente a sus proveedores. No olvidemos que el modelo de negocio de algunas compañías de gran distribución pasa por cobrar en efectivo de los clientes y pagar con una gran demora a sus proveedores ganando financieramente con la diferencia temporal.

Espero que dentro de las múltiples reformas estructurales que nos obligarán a hacer desde la Unión Europea para seguir considerándonos sus amigos incluyan este tema. Quizás así nos convirtamos en un país serio en el que sea tan fácil pagar como cobrar. Evidentemente habrá que estimularlo reglamentaria y judicialmente pero hay que empezar lo antes posible para reducir nuestra dependencia absurda del crédito.

Y cierro siendo radical: si la administración puede embargar la cuenta de un ciudadano para cobrar una multa impagada una empresa debería poder conseguir el embargo de la cuenta de la administración para cobrar una factura impagada.